Nos despedimos de Paco con su voz:

Apresuradas líneas para tantos recuerdos…

Como Paco nació genial, y tímidamente atractivo, en su personalidad se hacía querer de inmediato. Yo disfruté de su compañía y su amistad en nuestra primera juventud: largas conversaciones de buscadores de la verdad, sesiones en su casa con Camarón, preparando sus discos, con los que tanto íbamos a llorar. Tocar para Bambino con él en el Teatro Circo Price antiguo fue tan sólo una anécdota en nuestra amistad, pero me permitió conocerle como compañero, noble y deslumbrante en cualquier faceta.

Durante muchos años nos hemos emocionado con su música, que transformó la guitarra, a la que abrió caminos infinitos de armonías con la flamenquería milenaria de su tierra.

Virtuoso y compositor genial, tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan rico de aventura.

Nuestro querido amigo, te seguiremos escuchando y seguiremos llorándote mientras vivamos.

Luis P. Adame