Los esplendorosos plataneros que forman el tejado del paseo, y que fueron traídos de la Dehesa de Gerona en el siglo XIX, son el marco que encuadra ésta calle tan original y mundialmente conocida.

LA Rambla es un paseo pintoresco y cosmopolita debido a que por él circula a gente de cinco continentes. Hasta su nombre es internacional “Rambla” significa en árabe arenal. Y es que  La Rambla no ha sido siempre un paseo.

Primero fue una riera que llevaba agua solo cuando llovía. Una riera que pasaba justo al lado de la muralla medieval, ya que en esa época Barcelona acababa justo en la Rambla, Por eso el barrio que se encuentra justo subiendo a mano izquierda se llama El Raval. Los ravales eran los barrios que estaban situados fuera de la muralla. Ahora, sin embargo, La Rambla se ha convertido en el centro , como si del centro de una diana se tratase.

El paseo se fue urbanizando poco a poco y se distinguen tres partes. Cerca de la muralla del mar: El Plá de les Comédies, donde hubo el primer teatro estable de la ciudad a finales del siglo XVI. En la parte central El Pla de la Boqueria, dónde se realizaba el mercado al aire libre y dónde ahora se encuentra la plaza/mercado más importante de la ciudad. Y en los límites de la Barcelona medieval, donde hoy empieza la PLaça Catalunya: La Rambla dels Estudis, dónde estaba  el Estduio General, el equivalente a la universidad medieval.

Desde hace mucho tiempo, La Rambla se ha dividido y subdividido en muchas más ramblas, realzando su personalidad pero sin perder su unidad. Podemos encontrar La Rambla del Mar, El Portal de la Pau, la Rambla de Satna Mónica, El Plá de les Comèdies, La Rambla dels Caputxins, El Pla de la Boqueria, La Rambla de Sant Josep o de las flores, La Rambla dels Estudis o de los pájaros y la archiconocida Rambla de Canaletes.  ¡Y todo ello en 1.180 metros de largo!

Hay mucho por visitar, pero a La Rambla hay que ir sobre todo a pasear. Y es que existe una palabra que se refiere a ir arriba y abajo del paseo: ramblejar, ramblear o rambling.

La Rambla fascina por sus personajes, su historia, sus edificios: El Liceu, La Boqueria, La Plaça Reial, el Palau de la Virreina…

Y por si fuera poco, es una calle que empieza o acaba, según como se quiera ver en el mar! Cosa que no pueden decir todas las calles. Y es que La Rambla también está impregnada de poesía.

Así pues, solo nos toca ahora empezar a ramblear…Si, como dicen, es el paseo más bonito el mundo, es usted quién lo tiene que comprobar…