flamenco
Fandangos y derivados
Es uno de los cantes y bailes más vetustos, su parentesco se legitima con las zambras arábigo-andaluzas y las jarchas mozárabes. Se dice que el fandango se difundió durante varios siglos por toda la geografía española, cobrando el aire de cada región. El fandango morisco antes de su fundición flamenca ya se había transformado en jotas, alboradas, muñeiras, boleros, malhaos, etc…
Verdiales
Los verdiales son una de las formas más primitivas de fandango andaluz. Es un cante típicamente morisco en el que resuenan ecos del genuino fandango de los moros andaluces. Reciben el nombre de la comarca olivarera malagueña donde nacieron. Las pandas de los verdiales son las agrupaciones constituidas por músicos, cantaores y bailaores. Se acompañan con guitarras, violines, panderetas, chinchines, castañuelas, canutos y almireces. Su vestimenta es muy alegre y espectacular. Una gran policromía de cintas es la predominante en su diseño. El vestido de la fémina recuerda al de una campesina malagueña de fiestas, en épocas pretéritas; y el del hombre es de una gran sencillez: pantalón, camisa, faja y chaleco, que contrasta con el barroquismo del sombrero de palma, que llevan recubierto de fantasías, espejuelos y largas cintas multicolores. Lo vigoroso y jovial de esta belleza musical inspiró a muchísimos corógrafos, durante la época dorada del baile español, frescos montajes para sus espectáculos, entre ellos destacan los de los ballets de Pilar López, José Toledano, Emma Maleras y Antonio. Fuente: El flamenco que viví, por José de la Vega
Malagueñas
Para esclarecer las diferentes formas de malagueñas existentes hemos de referirnos indefectiblemente a los malagueños que las crearon. Las modalidades más antiguas que se conocen se atribuyen a Juan Breva y a Enrique el Mellizo, si bien es don Antonio Chacón (según Anselmo González Climent) al que se le conceden los laureles de haberla elevado a la categoría de “cante grande”. Sin embargo, Molina y Mairena defiende que el engrandecimiento de la malagueña fue obra de varios cantaores, y no privativa de Chacón. Fosforito el Viejo, Trinidad Navarro, El Canario, El Perote, Ohana: todos fueron cantaores de personal estilo en este palo, excepto en los casos de Enrique Mellizo, al que se le atribuyen dos modalidades, y don Antonio Chacón con cinco por lo menos. En la actualidad destaca el famosísimo cantaor Enrique Morente, nuevo acento, recrea y versiona. Dejemos por bien sentado que las mencionadas malagueñas bailables, no guardan ninguna relación entre ellas. Si hablamos del baile, debemos remontarnos al siglo XVIII, cuando el calesero sevillano y maestro de baile Antonio Boliche, al que se le atribuye la invención de la escuela bolera, recluta entre otros bailes populares autóctonos el fandango por malagueñas al que refina, enriquece…
Fandango. Autor: anónimo
Tu dices que me as querido
gitano de sacromonte
tu dices que me as querido
vas engañando a la gente
dios sabe lo que e sufrió
me esta costando la muerte
El Tablao es el auténtico escenario del flamenco. Una ventana privilegiada a través de la cual el público puede ver el espectáculo en privado, con la cercanía y la calidez que le permitirán sumergirse en esta profunda cultura y descubrir su encanto (el "Duende") gracias a una etapa especial ". la improvisación de los artistas, el misterio del Duende. Un juego lúdico en el que la guitarra, el canto y la danza dialogan, se inspiran y crean a través de la intuición. Es una forma de creación imposible de aprender fuera del entorno familiar que solo aparece en el tablao, donde los jóvenes flamencos contemporáneos aportan una prodigiosa técnica tanto en el baile como en la guitarra. El Tablao es el auténtico escenario del flamenco. Una ventana privilegiada para que el público pueda ver el espectáculo en privado, con la cercanía y la calidez que les permitirá sumergirse en esta profunda cultura y descubrir su encanto (el "Duende") gracias a una etapa especial.
Bandolás
El cantaor y guitarrista malagueño Juan Breva es también creador del baile abandolao. Dándole un aire lento y aflamencao a los verdiales, éstos se convierten en bandolas, pasando a ocupar en el árbol genealógico una rama más del tronco malagueño. Existen diferentes variantes locales de la bandola: las rondeñas, las jaberas, el zángano, etc. Al igual que la malagueña, la rondeña también pasó por el taller de la escuela bolera y tuvo un gran auge en el siglo XIX. Fuente: El flamenco que viví, por José de la Vega
Granaínas y media granaína
Solo nos queda por mencionar las granaínas y las medias granaínas, que aunque son descendientes de las malagueñas, si observamos el árbol genealógico comprobaremos que son las más distantes del tronco malagueño. Recurrimos al libro Mundo y Formas del cante flamencodonde los autores, Molina y Mairena, realizan una clara diferenciación entre los cantes: Hay dos modalidades: la granaína y la media granaína. La granaína es más sencill y hermosa. Interpretada por un buen cantaor puede adquirir calidades casi de malagueña… La media granaína, en cambio, es una canción afiligranada y preciosista que produce más admiración que emoción. Estos cantes, al nacer huérfanos de compás, fueron ignorados en el mundo del baile. Es en el año 2000 cuando la bailaora Merche Esmeralda los baila por primera vez en su obra flamenca Tormenta de arena, con el desgarro y melisma de la cantaora Charo Manzano. Fuente: El flamenco que viví, por José de la Vega
Bandolás
El cantaor y guitarrista malagueño Juan Breva es también creador del baile abandolao. Dándole un aire lento y aflamencao a los verdiales, éstos se convierten en bandolas, pasando a ocupar en el árbol genealógico una rama más del tronco malagueño. Existen diferentes variantes locales de la bandola: las rondeñas, las jaberas, el zángano, etc. Al igual que la malagueña, la rondeña también pasó por el taller de la escuela bolera y tuvo un gran auge en el siglo XIX. Fuente: El flamenco que viví, por José de la Vega
Granaínas y media granaína
Solo nos queda por mencionar las granaínas y las medias granaínas, que aunque son descendientes de las malagueñas, si observamos el árbol genealógico comprobaremos que son las más distantes del tronco malagueño. Recurrimos al libro Mundo y Formas del cante flamencodonde los autores, Molina y Mairena, realizan una clara diferenciación entre los cantes: Hay dos modalidades: la granaína y la media granaína. La granaína es más sencill y hermosa. Interpretada por un buen cantaor puede adquirir calidades casi de malagueña… La media granaína, en cambio, es una canción afiligranada y preciosista que produce más admiración que emoción. Estos cantes, al nacer huérfanos de compás, fueron ignorados en el mundo del baile. Es en el año 2000 cuando la bailaora Merche Esmeralda los baila por primera vez en su obra flamenca Tormenta de arena, con el desgarro y melisma de la cantaora Charo Manzano. Fuente: El flamenco que viví, por José de la Vega